Sucede que LG está en alerta, y ha avisado a su staff legal que comience a revisar las patentes que la empresa consiguió en 2009 sobre eye-tracking aplicado a la reproducción de videos, todo por esta nueva tecnología que apunta a la misma aplicación en el Galaxy S4 y que podría ser el motivo que enfrente a ambas compañías en tribunales.
Por supuesto, Samsung asegura que esto no es así, y que los reclamos de LG no tienen asidero pues su desarrollo se vale de otros procesos que en nada se relacionan con la propiedad intelectual de la otra surcoreana.
LG podría tomar acciones legales en Corea del Sur dentro de las próximas semanas, justo para importunar el lanzamiento del nuevo gama alta de Samsung en diversos mercados.
