El año pasado os hablamos de una serie de patentes que Apple había presentado en la oficina de registro de los EE.UU. y que ahora le han sido otorgadas, encaminadas a ofrecer una mayor control parental sobre el envío de mensajes de texto con lenguaje malsonante y/o erótico (el famoso sexting).
Esta tecnología podría evitar que un dispositivo como un iPhone por ejemplo pueda enviar o recibir mensajes de contenido cuestionable en función de una serie de filtros más o menos rígidos definidos por el usuario con privilegios de administración (los padres, o los responsables de IT de una empresa llevado al terreno corporativo) configurables por edades y/o cursos.
Pero a Apple no solo le preocupan los pensamientos lujuriosos de los menores, sino también el tipo de lenguaje que utilizan e incluso el idioma. Así, esta patente cubre métodos para obligar a los usuarios a comunicarse de forma total o parcial (por ejemplo, estableciendo cuotas semanales) con un idioma específico. Mirándolo con buenos ojos podría ser interesante de cara a la enseñanza de idiomas, aunque he de reconocer que se me ocurren más uso “malignos” que positivos para esta función en concreto.
Lo que si me entusiasma es la posibilidad de impedir el envío de mensajes mal escritos o con un determinado número de faltas de ortografía. Esta simple función puede hacer más por el idioma que todos los profesores de lengua juntos y es que hay sms y correos electrónicos que deberían venir con un diccionario de regalo. Según describe la patente, los padres podrían convertir los mensajes de texto en una educativa herramienta seleccionando modos como el lenguaje, vocabulario, gramática, ortografía y signos de puntuación.
Aunque esta patente solo cubre la comunicación basada en mensajes de texto y no hace alusión al reconocimiento de imágenes, considerando que Apple ya cuenta en su cartera con tecnologías para el reconocimiento facial como la utilizada en las aplicaciones de iLife como iPhoto, no debería ser demasiado complicado adaptarlas con la intención de detectar y filtrar otras partes del cuerpo, permitiendo a los padres bloquear completamente cualquier forma de sexting de los dispositivos de sus hijos.
De momento, tanto Mac OS X como iOS 4 cuentan con un buen número de controles parentales y no sería raro ver como esta patente termina adoptándose a través de futuras actualizaciones. Eso sí, ya me estoy imaginando la cantidad de gente que va a salir a la caza de un método para saltarse el filtro y poder decirle alguna cochinada a la compañera de turno.